Los humanos amamos la rutina. Cuando se trata de alcanzar metas
medibles, esto significa que tendemos a hacer lo mismo, como siempre lo
hemos hecho y en igual orden. Esto también ocurre con nuestros hábitos
al trabajar en equipos. Probablemente has estado trabajando con tu
equipo suficiente tiempo como para sentir que sabes qué esperar de ellos
y has desarrollado patrones habituales de la forma en que interactúan.
Y, lo más seguro, es que el sentimiento sea mutuo. Quizás es momento de
cambiar esas impresiones.
Para ser un mejor manager, es importante tomar riesgos
e introducir mejoras necesarias. Esto muchas veces requiere identificar
lo que está funcionando y qué debe mejorar. A veces descubrirlo es tan
fácil como haciéndote estas tres preguntas:
1. ¿Qué hábitos te han llevado a donde estás hoy?
2. ¿Qué hábitos podrían estarte deteniendo de alcanzar tus próximas grandes metas?
3. ¿Es tiempo de pedir retroalimentación?
Observar
detenidamente tus hábitos te brinda un panorama poderoso de lo que ha
funcionado hasta el momento, y también te permite hacer cambios a
conciencia. Mi amigo y mentor, Marshall Goldsmith, escribió un libro
cuyo título lo dice todo: What Got You Here Won´t Get You There (Lo que
te trajo aquí no te llevará a otro lado). Así que, ¿qué hábitos tienes
actualmente que podrían estarte obstaculizando alcanzar el siguiente
nivel?
Algunas interrogantes con las podrías empezar son: ¿Inicias las reuniones
a tiempo? ¿Escuchas los comentarios sin interrumpir? ¿Haces preguntas
clarificadoras? ¿Ves a la persona con la que estás hablando o mantienes
los ojos en tu dispositivo digital? ¿Das reconocimiento al trabajo bien
hecho y a las nuevas ideas? ¿Qué hábitos te han funcionado bien? ¿Y
cuáles crees que necesitarías cambiar para avanzar?
Lo
siguiente es preguntarte a ti mismo qué estás haciendo que está
saboteando tu camino para alcanzar tus metas. Conozco a un emprendedor
que recientemente notó que estaba usando la primera hora de su jornada
laboral en revisar su email
y sus cuentas de redes sociales. Como un experimento de cinco días,
enfocó esa misma hora matutina en buscar nuevos proveedores para su
negocio. Ese simple cambio le permitió adelantar su fecha de lanzamiento
tres semanas.
Una forma de descubrir qué está funcionando y qué
no en cuanto a tus hábitos es pedirles retroalimentación a las personas
que te rodean. El feedback no necesariamente señalará que algo es
incorrecto; sino que podría simplemente mostrar que estás abierto a
nuevas ideas y estrategias.
Pedir retroalimentación también
puede acelerar y aumentar la efectividad de tus esfuerzos. El feedback
puede maximizar tu enfoque, energía
y tiempo de manera que puedas realizar las cosas correctas y
terminarlas. Una y otra vez he visto a emprendedores que están teniendo
buenos resultados administrando su productividad y obteniendo más de sus
esfuerzos gracias a que han pedido retroalimentación de las personas
correctas.
Para saber si tus hábitos funcionan o no, define
claramente los resultados que deseas. Cuando entiendas completamente qué
es lo que quieres conseguir, entonces podrás reflejar cómo tus acciones
en las últimas horas, días o semanas te han permitido acercarte (o no) a
tus metas.
Tomado de: SoyEntrepreneur.com
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