Los esquemas de tercerización legales (Staffing) no sólo representan una opción de empleo formal, sino que también brindan ventajas tanto a los trabajadores como a las empresas.
Para los trabajadores la tercerización representa una opción viable para el primer empleo. de jóvenes recién egresados, para empleos temporales. Además, en situaciones de crisis como la actual, generada por el Cornonavirus, puede proporcionar empleo mientras se reduce la incertidumbre en los escenarios económicos. Bajo este esquema se garantizan los derechos de los trabajadores y que gocen de prestaciones, seguridad social e INFONAVIT.
La tercerización (Staffing) no sólo se enfoca en contratar a personas de nivel básico. Las empresas afiliadas a la AMECH contratan también a candidatos en niveles gerenciales y de Dirección. Este tipo de contratación aporta como ventaja a las empresas que se puedan enfocar en su core business, permitiéndoles trabajar por proyectos con costos menores y 100% deducibles de impuestos.
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La principal razón de la tercerización o la subcontratación es la optimización de recursos financieros, en tanto que la empresa subcontratada ofrece una mayor especialización en el sector. A la vez, es una excelente opción si se buscan reducir las cargas administrativas en ciertos procesos como la administración de la nómina.
Asimismo, ayuda al lanzamiento de productos y servicios nuevos y al despunte de las PYMES. Representa un ahorro importante versus mantener un departamento interno de Recursos Humanos con todo lo que esto implica. Automáticamente, los costos fijos se vuelven variables con la ventaja de adaptarse en función de las necesidades de la empresa.
Este beneficio es muy útil en escenarios de incertidumbre, donde los flujos de efectivo se vuelven vitales para las organizaciones. Son escenarios que muchas empresas estarán viviendo ante la contingencia actual.
Por otro lado, la importancia de poder contar con el apoyo de profesionales experimentados al tanto de cada cambio y/o actualización en materia de legislación laboral, buscando continuamente estar alineados con la autoridad y evitar cualquier tipo de sanciones, contribuye mucho a la tranquilidad del negocio.
Podemos decir que sumados a las ventajas antes descritas, las empresas pueden ganar beneficios en tres dimensiones de productividad muy claras:
1. Económica:
Disminuye costos al evitar la creación de estructuras administrativas con capacidad improductiva; transforma costos fijos en variables, pues se paga sólo por lo que se usa, a la vez que mejora la utilización de los recursos al lograr un mejor nivel de productividad y eficiencia. Proporcionando además una habilidad de flexibilidad a la organización.
2. Estratégica:
Permite al cliente enfocarse en actividades estratégicas indispensables para el desarrollo y crecimiento de su negocio, sin preocuparse por las tareas operativas recurrentes; además, la tercerización permite acceder a procedimientos administrativos actualizados o incluso a especialistas de distintas materias, así como a tecnologías de alto rendimiento, en ocasiones difíciles de obtener en un departamento interno.
3. Cualitativa:
Al contar con personal capacitado en un área de especialidad, cualquier dificultad es más fácil de corregir y detectar, evitando así la dependencia de personal clave, lo cual ayuda a disminuir la tasa de riesgos operativos.
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Por: Equipo Editorial Evolucione
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