Silbando al Trabajar


Parecería que la mayoría de las escenas de las películas de Walt Disney son rescatadas de cuentos infantiles y que nunca podríamos toparnos con algo así en la vida real. Tomaremos una de las escenas de la película Blanca Nieves. La escena inicia mostrando a los siete enanos trabajando en la mina, hasta que se da aviso de la hora de salida, donde todos se forman y salen silbando… Recuerdo con gran claridad una frase que solía decir el Director General de una empresa: “al trabajo se va silbando, y se sale silbando de trabajar”. 
De inicio no se entendería mucho esta frase, pero analizándola a fondo, encierra un mensaje de gran trascendencia relacionado con la felicidad en el trabajo y es que ésa satisfacción no se encuentra por hacer lo que uno quieresino por querer lo que uno hace.
Como se analiza en el ebook que la consultora española de recursos humanos tatum publicó sobre Felicidad en el trabajo, son cuatro los factores que determinan que el individuo pueda sentirse dichoso en el entorno laboral: la persona, el jefe, el equipo y la cultura/estrategia de la organización.
De esos cuatro, nos centraremos en el primero, y no porque los otros no tengan importancia, sino porque consideramos que la clave para conseguir la felicidad reside en uno mismo.


Y ahora, un sencillo examen de agudeza visual: ¿Cuántas veces en este último mes hemos llegado cantando (silbando o alegres) a la oficina? ¿Cuántas veces hemos sonreído estando en el tránsito de camino a casa, pensando simplemente en la satisfacción del trabajo bien hecho?
Si no encontramos respuestas a estas preguntas o aceptamos que somos incapaces de encontrar ningún aspecto de nuestro trabajo que nos permita estar satisfechos, podemos concluir que tenemos un problema. Y si es así, les tenemos dos noticias:
La buena es que el problema tiene solución y, por increíble que parezca, una fácil. ¿Por qué? Porque depende de nosotros el poder cambiarlo. No depende ni de nuestro jefe, ni de nuestra empresa, ni mucho menos del plan estratégico de turno. 
La “menos buena”, es que ha llegado el momento de reflexionar, tomar decisiones coherentes y consecuentes y actuar. Esto, que en sí mismo no es una mala noticia, implica que nos vamos a tener que poner delante del espejo, que vamos a tener que movernos para salir de “la zona de confort”, y esto seguramente nos va a incomodar, pero es necesario.
Analizar nuestras debilidades y fracasos, tomar consciencia de nuestras capacidades agradeciendo todo lo bueno que tenemos o asumir con honestidad las consecuencias de nuestras elecciones y decisiones, nos pone en una posición distinta: ya no somos víctimas de una situación, sino responsables de encontrar una alternativa.
Esa ruptura con el conformismo supone despertar para ser realista, valorar lo que se tiene y en lugar de quejarnos por lo que nos falta, adoptar el papel protagonista para no renunciar a un futuro laboral mejor.
De hecho la felicidad se encuentra más en la motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo de ello, su búsqueda, que en el propio logro o satisfacción de los deseos.
Por ello creemos que cambiar el rol de víctima por un papel protagonista, puede mejorar el nivel de felicidad que somos capaces de alcanzar en el entorno laboral. Una felicidad que incluso nos pueda sorprender y hacernos silbar cuando vamos a trabajar.
Que este año 2016 lo inicies silbando…
¡Felicidades!
El equipo Evolucione

Comentarios

  1. Muchas gracias por Contactarse conmigo. "Nos Seguimos Comunicando"...una manera de relacionarnos...

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