Cómo evitar la ansiedad en el trabajo


La ansiedad es la respuesta emocional ante situaciones que percibe como amenazantes o peligrosas, lo que produce intranquilidad, nerviosismo o preocupación.

El trabajo es, sin duda, en muchas ocasiones el origen de esta ansiedad. La inestabilidad y la precariedad laboral, la competitividad con nuestros compañeros, el excesivo control por los jefes, el perfeccionismo, el tener demasiadas responsabilidades, las largas jornadas laborales,…., todos y otros motivos nos llevan a tener intranquilidad, nerviosismo y finalmente ansiedad.

Esta ansiedad si no se controla, aumenta y a mayor ansiedad menor capacidad de trabajo, y a menor capacidad de trabajo mayor ansiedad es un círculo vicioso que es necesario evitar.
Cómo podemos saber que nuestro trabajo nos produce ansiedad

Los signos de ansiedad más indicativos que hacen aconsejable acudir al médico son: 

Aprensión: excesiva preocupación sobre posibles desgracias futuras, sentirse “al límite” de sus fuerzas, dificultad de concentración. 
Tensión muscular: agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse. 
Insomnio, mareos, sudoración, taquicardias, molestias gástricas, vértigo, sequedad de boca…. 


Cómo prevenir la ansiedad en el trabajo

  • Organizar el tiempo de trabajo, establecer prioridades y terminar antes las tareas más importantes. 
  • Saber delegar o pedir ayuda. No se debe tener miedo hablar con el jefe y pedir ayuda, es más razonable que encontrarse en un estado de ansiedad que no puedas controlar. 
  • Piensa que la perfección no existe, en muchas ocasiones cuando se cometen errores te ayudan a aprender profesionalmente y personalmente. 
  • Cree en tus capacidades: Piensa que eres un profesional apto para desarrollar todas las tareas del puesto y resolver los problemas del día a día. Un aumento de la seguridad en sí mismo es, sin duda, clave para evitar la ansiedad. 
  • Desahogarse: Es necesario que te alivies hablando, con los amigos o pareja, sobre las situaciones que te producen intranquilidad o excesiva preocupación. 
  • Saber desconectar después del trabajo: Dedicar todos los días un tiempo a los hobbies, las relaciones sociales y personales es importante. Los fines de semana o los días de descanso intenta no pensar en el trabajo. 
  • Darle a las cosas la importancia que se merecen. Nada es tan importante para que pongas en riesgo tu salud. Si sientes que no puedes controlar ansiedad laboral debes consultar a un médico.
Por: Marta Martínez

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