Economía en crisis – 7 ventajas que no habíamos contemplado



No me gustan las personas “odiosamente” e “irracionalmente” optimistas. Les tengo cuidado y alejadas de mí lo más posible. Pero un poco de optimismo siempre es de gran ayuda. Después de haber vivido de cerca el cáncer, descubrí que hasta lo más malo trae sus cosas buenas. Y ese cáncer trajo buenos amigos, un renovado espíritu, ubicación y perspectiva de las cosas importantes, entre otras cosas.

Así, leyendo, me cayó el veinte de que las crisis pueden traer también cosas buenas. ¿Qué nos gustaría que esas cosas buenas llegaran sin crisis? Bueno y a mí me gustaría ¡no envejecer nunca!

A continuación las 7 cosas buenas que nos dejará la economía en crisis que estamos viviendo:

1. Creatividad. En épocas difíciles, se nos desarrolla la creatividad. Es cierto!, buscamos maneras más eficientes y diferentes de hacer rendir nuestro dinero, y de buscar trabajo o ingresos extras y de ahorrar. Grandes acumuladores de riqueza nacieron después de 1930. Estas son cosas que pueden quedarse con nosotros toda la vida mucho después que la crisis se haya ido. Lo mismo para las empresas y negocios de venta al menudeo, se ven forzados a crear nuevas formas de atraer clientes, bajar costos y seguir ganando.
 
2. Comer sano. La necesidad de ahorrar nos obliga a comer menos en la calle y comprar menos chatarra. Irremediablemente comemos cosas preparadas por nosotros o por alguien que nos quiere y a menos que preparen congelados de papas y alitas de pollo todos los días, ¡generalmente es mucho más sano! 


3. Regulación. Los mercados tendrán que regularse y eso significa más seguridad (o menos riesgo) en el futuro. Los bancos aprenderán que no deben prestar indiscriminadamente ni especular con dinero que no tienen. A la larga eso nos conviene a todos. 

4. Crédito. Aunque a la mala, aprendemos (como familias y naciones) que le dinero prestado es muy caro y que en el 90% de las veces su costo ¡no vale la pena!. Quienes vivimos en México la crisis de 1995 lo saben (mos) bien. Esas lecciones son duras pero se quedan toda la vida. 

5. Aprender a decir NO. Es el momento en el que cualquier padre permisivo y “cauteloso” de no traumar a sus hijos aprende a decir NO. No puedo comprar todo lo que quieres. También es momento de enseñarnos a nosotros mismos a decirnos que NO. Los tiempos de crisis enseñan que la necesidad del ipod, del viaje, de los restaurantes o de la clase privada de yoga no son necesidades, mientras nuestro alimento, techo y comida no estén seguros. 

6. Conocernos. En épocas difíciles nos descubrimos. Aprendemos realmente quiénes somos y de que estamos hechos. Esto puede parecerles completamente inútil, pero créanme, cuando pase la tormenta, significará una ENORME ventaja. 

7. Mejoras en precios. Inevitablemente bajarán los precios de muchos artículos y servicios, y eso ayudará a nuestras fianzas personales. Poco a poco si eso persiste, compraremos un cacho más y reactivaremos despacito, la economía otra vez. 

Por: Sonia


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