10 Errores de los líderes durante la pandemia




Empecemos esta publicación con un chiste:

“Un vendedor, un empleado administrativo y un gerente caminan al almuerzo cuando encuentran una antigua lámpara de aceite. La frotan y el Genio aparece envuelto en una nube de humo.

‘Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno’, dice el Genio.

‘¡A mi primero! ¡Yo primero!’, pide el empleado administrativo. ‘Quiero estar de vacaciones en El Caribe’. Y de pronto, ¡puf! desaparece.

Sin salir de su asombro, el vendedor grita: ‘¡Ahora a mí! Quiero estar en Hawái, descansando en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una supermodelo’. Y ¡puf! desaparece.

‘Bueno, ahora te toca a ti’, le dice el Genio al gerente.

‘Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo’, dice el gerente."

Como podrán observar, dentro de este chiste podemos encontrar una buena enseñanza: "Siempre hay que dejar que el jefe hable primero”, pero si eres líder también puedes encontrar otro mensaje: algunos empleados "meterán la pata" si los dejas hablar primero.

Durante la contingencia sanitaria que nos ha tocado vivir, se han modificado todos los esquemas de trabajo, haciendo que la labor del líder tenga que encontrar herramientas diferentes para poder tener el control y la uniformidad del equipo. Sin embargo, hay errores que se están cometiendo y que es preciso señalarlos para darnos cuenta de los mismos y corregirlos a la brevedad. 

A continuación te presentamos 10 errores de liderazgo que pueden estarse presentando durante la pandemia por el Coronavirus.

1. Hablar todo el tiempo sobre la pandemia


Que sea un tema recurrente y nos afecte a todos no significa que el Covid-19 sea la única conversación posible con los equipos. Tampoco es bueno que los únicos comunicados que pase la empresa o los líderes con sus equipos sean temas relacionados con la contingencia sanitaria.

Es importante que los líderes generen conexiones emocionales con los miembros de sus equipos. Pero debe estar atento a no ser un factor multiplicador de angustia y por ende conducir las preocupaciones hacia zonas saludables.


2. Generar incertidumbre

El líder sólo debe transmitir información de la que esté seguro. Hablar sobre aquello de lo que no se está plenamente seguro no solo es una ingenuidad, sino también una irresponsabilidad. La realidad es que el Covid-19 puso todo en duda y debemos sumar al un mundo ya revuelto un coeficiente más. 

Por ejemplo, todos sabemos que en muchos rubros es imposible asegurar la continuidad laboral para los colaboradores. Decir lo contrario sería faltar a la verdad. El foco de los mensajes del líder debe estar en cuestiones ciertas y no inciertas.

Es más, diríamos que la principal responsabilidad actual de los líderes es generar certidumbre en los temas de los que se pueda estar seguro para reducir la ansiedad que puedan presentar las personas ante el entorno nebuloso que estamos viviendo.

3. Respaldar decisiones antipáticas con la situación actual 

Siempre habrá decisiones que serán cuestionadas por alguno de los grupos que conforman una organización, pero son las que se deben tomar. Y en ese sentido, también existen líderes que no se animan a hacerlo en situaciones normales. 

Sin embargo, habrá líderes que aprovechen el escenario actual, cobijándose en él para tomar estas decisiones difíciles. Pero cuidado, si una vez superada esta etapa los empleados perciben que se les asustó más de la cuenta con fines ocultos, se convivirá con un equipo desmembrado y el líder habrá rifado su credibilidad para nada. 


4. Falta de visión

El día a día que conlleva afrontar escenarios de incertidumbre dificulta la planeación. Generalmente tomamos decisiones al momento y existe mucha improvisación. Pero los líderes no deben dejar de ver el mediano y largo plazo, ya que un día todo esto pasará y las empresas deberán trabajar bajo esos nuevos escenarios, más certeros y con menos restricciones.
Las empresas que construyan su futuro desde hoy, adaptando sus operaciones al presente y futuro, serán las que logren competir y sobrevivir.


5. No comunicar


No sólo se deben trasmitir los datos relevantes para cada persona, sino también tener la certeza de que se ha entendido dicha comunicación. 

Se espera que como líder seas parte de grupos con otros empresarios y es frecuente también que en dichos encuentros accedas a información relevante, ya sea porque se contrató a un especialista o porque un colega comenta algo que le sucedió. Asimismo es muy probable que por tu nivel de relacionamiento contactes con un funcionario público y te brinde la información de lo que van a hacer. Finalmente, muchas universidades comparten sus estudios, tendencia y proyecciones a sus graduados. Este es otra fuente. 

Una postura egoísta sería la de pensar “Me guardo esta información porque no tiene sentido dársela a los empleados. No sabrían qué hacer con ella o podría aún volverse en mi contra”.


6. Preocuparse sólo por uno mismo

Si eres dueño de un negocio o bien ocupas una posición importante en la estructura, seguro estarás sumamente preocupado por la situación actual, incluso con malestares de distinta índole capaces de alterar tus vínculos. Aún así, no pierdas de vista que lo que hagas hoy será recordado mañana y que tu rol de líder impacta en los demás (aunque no quieras). 

Los líderes son humanos y en ocasiones también pueden reaccionar con emociones negativas o arranques de ira, miedo, coraje. Estas son actitudes normales, pero debemos cuidar de no hacerlas de manera pública ante nuestros equipos para no generar separación o tomar decisiones de las cuales arrepentirnos posteriormente.


7. Descuidar su vida personal

Centralizarse pura y exclusivamente en la organización, dejando de lado todos los otros aspectos que impactan a la salud es uno de los principales errores observados en la actualidad por parte de los líderes.

Postergar familia, amigos, hobbies o directamente tiempo para hacer lo que te gusta no es justificable con que estamos en plena pandemia. O que la empresa te necesita a tiempo completo. También puede darse la situación que, al estar en home-office, destines más tiempo al trabajo que a tus actividades personales.

Si te pasa esto, te sugiero que pienses nuevamente en tu empresa: será un gran problema   para la misma el que tenga un miembro relevante con un alto grado de neurosis tomando decisiones.



8. No empoderar al equipo 

Los negocios se hacen grandes por varios motivos. Visión del líder, carácter innovador, agilidad en los procesos, orientación al cliente, respeto por toda la cadena de valor, etcétera. Y sin dudas que el motor de todo esto lo aporta su personal.

Si el líder cree que en momentos de incertidumbre y vacas flacas su gente no estará a la altura, ellos confirmarán esta idea, actuando como gente mediocre. Por el contrario, si quienes los comandan están convencidos de la valía de sus colaboradores, estos responderán en consecuencia, alineándose y dando todo para que la empresa pueda sobreponerse al drama.


9. Persistir con tácticas y prácticas del pasado

Debemos tener claro que las circunstancias que estamos viviendo no las habíamos experimentado nunca. También tener presente que el futuro que vendrá seguramente serán nuevos para nosotros y para las organizaciones.

Por ello, como líderes no debemos tratar de usar tácticas o prácticas del pasado. Y por hablar del pasado estamos hablando incluso de los primeros dos meses de este año.

Ante crisis de este tipo debemos sacar la creatividad y la flexibilidad para reconstruir nuestros procesos y nuestras habilidades.

10. Culpar a la gente

Por último, tomárselas con el personal es la salida más corta para los líderes incapaces de asumir su propia responsabilidad en el asunto o carecer de la valentía necesaria para aprender de las situaciones desfavorables.

Que si hubiésemos hecho los cambios antes o si no se hubieran resistido a la instalación del nuevo sistema. O si los vendedores fuesen más dóciles o los administrativos hubieran ido a tal o cual curso. Supuestas causas de la inestabilidad actual y excelente modo de convertir a los colaboradores en chivos expiatorios. No suma ni construye buscar culpables en contextos como el actual, de pandemia y volatilidad global en lo que todo tambalea.

Si te toca ser líder en este momento que quedará como uno de los más importantes de la humanidad es vital estar a la altura de la circunstancia. Y eso no quiere decir ser perfecto, sino estar abierto a los cambios. Flexible para modificar lo que haga falta y dispuesto a ponerse el equipo al hombro, dando a cada quien el lugar que mejor le corresponda, valorando sus esfuerzos.  

Si quieres tener mejoras en tu estilo de liderazgo o mejorar tu clima laboral, déjanos tus datos para comunicarnos contigo.


Por: Equipo Editorial Evolucione

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