¿Qué es el Job Crafting?


¿Has oido hablar del término Job Crafting? Se trata de una fórmula que permite dar un nuevo enfoque al lugar de trabajo a través de la adaptación a cada empleado. A continuación te explicamos en qué consiste ésta técnica y cómo puede implementarse en el marco laboral actual.

Cuando las organizaciones hacen consciencia de que el talento humano que las conforma es lo que las diferencia y las hace rentables, el colaborador se vuelve el epicentro del negocio. Es entonces cuando dichas empresas ejecutan programas de Employer Branding que las ayuda a atraer y fidelizar a los mejores profesionales. El Employer Branding es una estrategia que te ayuda a construir una marca de tu empresa pero como empleadora. En pocas palabras, es cómo lograr que los posibles y mejores candidatos quieran trabajar para tu empresa y se mantengan colaborando en ella.

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Una de las últimas tendencias en lo que a propuesta como marca empleadora se refiere es el Job Crafting, a través del que cada empleado diseña su propio puesto de trabajo, adaptándolo a su personalidad, capacidades, intereses, experiencia y áreas de mejora. No se trata de centrarse solamente en aquellas tareas que le apasionan, sino en dosificar su tiempo y esfuerzo de manera que aquellas actividades que pueden parecerle más tediosas lo sean menos.



Se trata de adaptar cada función a las necesidades y aspiraciones de cada empleado, sin descuidar en ningún momento los objetivos que éste debe cumplir. Cada persona debe comprometerse a cumplir con sus objetivos y responsabilidades, pero lo hace siendo él o ella quien lleva las riendas de su día a día laboral y de su propio desarrollo, algo que significa tener un mayor poder de decisión en aspectos que van desde la organización de tareas a los proyectos en los que quiere involucrarse. Esto incluye el pasar por sus opciones de formación, siendo él o ella quien decide en qué áreas quiere desarrollarse; o escogiendo entre las fórmulas laborales que la empresa pone a su disposición para conciliar (home-office, horario flexible, jornada híbrida, etc.).

Cómo surge el Job Crafting

El origen del Job Crafting se sitúa e En el año 2001, Amy Wrzesniewski, profesora de Comportamiento Organizacional de la Yale School of Management, definió una nueva técnica como “lo que los colaboradores hacen para rediseñar sus trabajos de manera que se fomente el engagement, la satisfacción laboral, la resiliencia y el crecimiento”, llamándola Job Crafting

Dichos principios fueron aplicados en el personal de limpieza de varios hospitales durante un tiempo y descubrieron que aquellos que no se habían beneficiado de esta fórmula hablaban de su profesión de una manera normal, poco motivada y como resignados a la actividad a cambio de una remuneración económica. Mientras que los que sí lo probaron, hablaron de su trabajo con  total pasión y motivación.

“Proponemos que el empleado modifique su puesto de trabajo, cambiando las tareas y las relaciones con los demás empleados. Esta nueva configuración cambiará el diseño y el ambiente laboral, pero también el significado del puesto de trabajo y el compromiso del empleado”, señaló Wrzesniewski.

Tipos de Job Crafting

Amy Wrzesniewski hizo la diferencia entre tres tipos de Job Crafting:
  • Task Crafting. Se modifican las responsabilidades habituales del empleado en función de sus aptitudes personales, con lo que se consigue optimizar la jornada laboral mejorando la productividad y reduciendo el esfuerzo y tiempo requerido en cada tarea.
  • Relational Crafting. Incide en la manera en la que los profesionales interactúan con las personas de su entorno laboral. El objetivo es ser más consciente de los impactos (positivos y negativos) generados al comunicarse con los demás. 
  • Cognitive Crafting. Hace referencia a cómo se perciben las tareas y relaciones laborales, consiguiendo hacer de ellas un lugar donde hallar la satisfacción y contribuir a causas importantes.

Beneficios

Entre otros beneficios, el Job Crafting da como resultado:
  • Empleados más autónomos y creativos. 
  • Genera compromiso y alineación con la cultura corporativa.
  • Mayor análisis y conocimiento de los talentos con los que se cuenta en la organización.
  • Percepción que la empresa tiene en cuenta los rasgos particulares de cada persona para asignarles tareas, proyectos y equipos con los que trabajar codo con codo. 
  • Motivación para realizar las actividades encomendadas.


Un cambio de cultura

El objetivo final del Job Crafting es buscar que cada miembro del equipo dé lo mejor de sí mismo y lo haga desde el convencimiento más absoluto, sintiendo que su labor impacta en la marcha del negocio. 

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Para ello es necesario que las empresas abandonen las estructuras rígidas y excesivamente jerarquizadas. También es necesario que los líderes de la organización valoren no sólo al empleado a título individual, sino que también le hagan partícipe del impacto de su función a nivel global, en el propio negocio. Esto implica el contar con un feedback continuo entre las partes.  Durante este feedback, el empleado debe realizar un claro ejercicio de introspección y posterior autoevaluación de sus defectos y virtudes para diseñar entre todos el mejor lugar de trabajo a corto, medio y largo plazo.

¿Qué tan dispuesto estarías de implementar el Job Crafting en tu organización?


Por: Equipo Editorial Evolucione



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