Nadie en sus peores pesadillas hubiera imaginado una crisis humanitaria como la que estamos viviendo a nivel mundial. Aunque hemos intentado guardarnos en casa cumpliendo con la cuarentena, los niveles de contagio siguen altos y no tenemos fecha para cuando termine esta situación. No sabemos hacia dónde nos llevará esta crisis, pero lo que si tenemos claro es que "la normalidad" que vivíamos antes del confinamiento no regresará jamás. El mundo ha cambiado y muchas situaciones permanecerán en el futuro.
Ante lo que estamos viviendo, muchas personas hablan sobre cómo será nuestra vida post-Covid19. Pero creemos que la discusión debería centrarse en cómo vivir con-Covid19 y aprender a vivir en este nuevo contexto. Es decir, dado que las prioridades de las personas y las empresas han cambiado, debemos desarrollar la capacidad de adaptarnos rápidamente y afrontar el futuro del trabajo.
Uno de los primeros problemas a los que nos enfrentamos es la incertidumbre que presentan los escenarios futuros. Resulta muy difícil prever y planear en las organizaciones, dado que nos es tan fácil predecir cuáles serán los obstáculos que afrontaremos o cuándo se podrán presentar.
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Esto obliga a tener mente abierta para captar las señales en el entorno y para aprender a hacer cosas nuevas de manera continua. Y, sobre todo, necesitaremos ejecutar rápido y ser flexibles para adecuarnos a los cambios que se vayan presentando.
Es esta capacidad de adaptación la que definirá a las empresas que subsistirán. Ya lo hemos vivido durante este año que ha pasado desde el inicio de la pandemia: se han presentado nuevas formas de trabajar, un aumento en todos los procesos de digitalización, el home-office como formato predominante de trabajo, el fortalecimiento en la atención a las emociones tanto de nuestros clientes como de nuestros colaboradores, y el fomento de un liderazgo más humano y empático, basado en la confianza.
Para muchos negocios, la transformación digital se ha vuelto la principal prioridad, ya que la continuidad del negocio depende de que esta evolución sea efectiva. Esto traerá nuevos procesos y obligará a crear entornos de trabajo que promuevan el trabajo en equipo, que incentiven a compartir el conocimiento, y que sean más tolerantes al fracaso e incluso celebren cuando las cosas no salgan conforme lo planeado.
La cultura de las organizaciones debe cambiar. Se debe dar mayor relevancia a competencias como la flexibilidad, el tomar riesgos y la pronta adaptación. Como mencionamos, la ejecución rápida es prioridad, así como el aprendizaje y la continua innovación para encontrar soluciones a problemas que hoy no nos imaginamos, pero que seguro se presentarán.
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En el post Cómo preparar a tu empresa para el 2021 hablábamos también de los retos para realizar una planeación para el 2021. Pero también compartimos nuestra postura de buscar los "como si" para avanzar y alcanzar los objetivos. Si miramos al futuro, no sabemos cómo será la nueva realidad pero lo que tenemos claro es que aquellos que se esfuercen en adaptarse de una manera rápida, podrán mantenerse a flote y afrontar los nuevos retos que tendremos.
Y tú, ¿cómo estás afrontando este nuevo presente del trabajo?
En Evolucione tenemos un equipo de expertos en adaptación y construcción de la cultura organizacional. Contáctanos aquí para hacer una cita y conozcas lo que podemos hacer por tu organización.
Por: Equipo Editorial Evolucione
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